¿POR QUÉ TENGO ANSIEDAD?
Sudamos, nos mareamos, el corazón late más rápido e intenso de lo normal y nos duele el estómago. ¿Por qué de pronto sentimos este tipo de sensaciones? ¿Por qué de repente tenemos esa angustia?
Lo primero que debemos de saber es que la ansiedad es sus niveles óptimos es adaptativa ya que nos ayuda a sobrevivir. Sin embargo, cuando alcanza unos niveles superiores deja de ser útil y juega en nuestra contra.
Cuando tenemos ansiedad, significa que estamos anticipando una situación que consideramos “peligrosa”. Puede que estas situaciones no las identifiquemos en el presente, pero si damos por seguro que pasarán en un futuro cercano. Un sencillo ejemplo, si nos dan miedo las cucarachas, en un momento dado podemos anticipar y creer que pueden estar en cualquier sitio: en la ropa, en la bañera, detrás de una puerta…
Todo ello se agrava cuando perdemos el control y retroalimentamos nuestro propio miedo. Es entonces cuando entramos en círculos viciosos donde la “preocupación” es la protagonista de nuestras vidas. Si nos mantenemos dentro de ese círculo durante un tiempo, podemos llegar a limitar nuestras vidas debido al desgaste emocional que genera.
Cuando sufrimos por primera vez ansiedad, el miedo que nos produce hace que nos fijemos en aquellos aspectos más intensos: sensaciones físicas, detalles externos, pensamientos, etc…
Tengo ansiedad, ¿Qué ocurre?
Cuando la ansiedad aparece vamos perdiendo la ilusión, ya no disfrutamos de las cosas como antes, estamos más distraídos…nuestra mente está enfrascada en esos pensamientos repetitivos que tanta angustia nos generan.
Esto puede producirnos cierto aislamiento social, ya que nuestra mente se encuentra tan saturada y agotada que le resulta difícil concentrarse en otras situaciones ajenas.
Es importante tener en cuenta, que ocultar o reprimir la ansiedad, genera más ansiedad. Un inicio fundamental es aprender a gestionar todas las reacciones que genera la ansiedad así como los pensamientos negativos que la acompañan.
Cuando la ansiedad se vuelve desadaptativa, dispara una “alarma” ante una falsa situación de peligro que nos hace actuar como si fuese totalmente real.
¿Por qué se mantiene?
Si la ansiedad no es gestionada adecuadamente puede que desaparezca durante un tiempo pero aparezca de nuevo.
Nuestro cerebro seguramente ha hecho varias asociaciones que van a generar que la alerta de “peligro” se dispare cuando menos nos lo esperamos. Este punto es clave, porque la incertidumbre de ¿y si me da ansiedad si voy a…?, ¿y si…?…
Esa incertidumbre sobre cuándo volverá a pasar, genera que nosotros mismos estemos en una alerta continúa y focalizando la atención sobre nosotros mismos, nuestras sensaciones, emociones o pensamientos. Y por tanto, volviendo a entrar a ese bucle sin fin que vuelve a generar angustia y miedo.
Ser capaces de entender nuestro malestar y apagar la alarma nos generará sensación de tranquilidad.
Quieres que te ayudemos llama ahora–> tel:627 37 60 38