Los miedos y las fobias son algunos de los problemas de ansiedad más comunes en los niños y adolescentes. Los miedos en muchos casos son normales, sin embargo si no son tratados se pueden agravar y convertirse o resultar ser una fobia. Se entiende por fobia un miedo excesivo por algo o alguien, lo que produce episodios de ansiedad al ser expuestos, por ejemplo miedo excesivo a: las arañas, estar encerrado, hablar en público, a enfermarse, etc.
Los episodios de ansiedad por miedos, fobias en niños y adolescentes se caracterizan por provocar síntomas como sudoración, el cuerpo comienza a temblar, la respiración de agita, se presentan palpitaciones fuera de lo normal, entre otras reacciones.
Teniendo en cuenta que muchos miedos y episodios de ansiedad son normales en los niños.
¿Cómo saber cuándo se trata de un problema que debe ser tratado? Fácil, cuando la ansiedad y el miedo persiste por mucho tiempo. Por ejemplo, es normal que un niño de 3 años tenga miedo de dormir solo a oscuras, sin embargo un adolescente de 14 años que se comporte de la misma manera debe ser tratado.
Por eso la mejor forma de tratar este tipo de problemas es teniendo en control con un psicólogo a tus pequeños, no porque presenten un problema sino para chequeos de rutina que ayude a detectar este tipo de problemas para no confundirlo con algo normal.
Dentro de los problemas o trastornos de ansiedad se encuentran los de: separación, ansiedad generalizada, trastornos obsesivos compulsivos y por último una serie de trastornos relacionados a las fobias (fobia social, fobia simple, fobia escolar…).
Es un trastorno de ansiedad donde el afectado presta mucha atención a lo que puedan pensar las personas de él o ella, lo produce un miedo que provoca ansiedad. Esto los lleva a tener miedo de socializar, no les gusta ser el centro de atención, siempre quieren pasar desapercibidos. Estos niños y adolescentes son muy inseguros, porque temen decir o hacer algo que los ponga en vergüenza.
En la vida cotidiana esta fobia se puede presentar en casos como “No levantar la mano para responder la pregunta del profesor” ¿Por qué? Porque todos lo van a mirar y porque puede errar en la respuesta ¡El miedo a que se burlen o piensen que es incapaz aterra a los afectados!
Si no se trata este problema los niños dejarán de ir a la escuela, no tendrá amigos y se les hará muy difícil interactuar con los demás perdiendo todos los beneficios que dichas acciones generan. Una persona con fobia social al estar expuesta a estas situaciones incómodas para ellos:
Este problema de ansiedad consiste en un miedo extremo a cosas específicas, por lo que es menos amplio que el punto anterior. Ejemplo de este tipo de fobia es el miedo a la oscuridad, arañas, truenos, sangre, inyecciones, payasos… o cualquier otra cosa. Se determina fácilmente cuando el miedo no afecta del mismo modo a otras personas quienes consideran ese miedo exagerado e irracional.
Los niños suelen tener muchos miedos en su niñez pero lo normal es que con el tiempo pasen. De no ser así, es necesaria la intervención de un profesional. Los síntomas de ansiedad se presentan al estar frente a esas cosas, personas o situaciones a las que se teme.
Muy relacionada a la fobia social es un poco más excesiva, se caracteriza por la incomunicación del niño. Un joven con mutismo selectivo sabe hablar, pero no lo hace con nadie a excepción de sus familiares más cercanos y aquellos amigos con quienes tiene mucha confianza. Hablar con cualquier otra persona puede significar un momento muy incómodo que produce mucho miedo. Si no se trata a tiempo esta fobia se puede extender hasta la edad adulta, disminuyendo la calidad de vida del individuo.
Es más común que cualquier otro tipo de fobia, consiste en la incapacidad del joven a asistir a la escuela o liceo debido a un miedo fuera de lo normal a algo relacionado con la actividad escolar. Esto produce en el joven un temor profundo, descontrol emocional, mal humor, quejas, etc.
Los síntomas más comunes de este miedo se refleja en la depresión pero principalmente en la ansiedad, provocando:
Lo primero que tienes que hacer es llevarlo con un profesional ¡Nadie mejor para ayudarlo! Como padre o representante es importante que tengas paciencia y te dejes guiar por el experto. Algunos consejos son los siguientes:
Si no cuentas con un profesional que te brinde apoyo será más difícil vencer este miedo. En algunos casos puede hasta ser peligroso ya que la estrategia principal es que el niño enfrente sus miedos, pero si no lo haces de la forma correcta lo puedes estresar y empeorar la situación. Tampoco se recomienda ayudarlo a huir de lo que teme. Así que es una tarea que se debe realizar con mucho cuidado.
¿Consideras que tu hijo o hija podría estar sufriendo un trastorno de ansiedad, fobia o miedo? Es importante que consultes con un especialista que resuelva tus dudas y diagnostique de forma profesional para comenzar el tratamiento cuanto antes. ¡Visita a un profesional en la materia!
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