Muchos de nosotros estamos sufriendo problemas a la hora de ir a dormir. Descansamos peor, no conseguimos conciliar el sueño o nos despertamos a mitad de noche. Pero dada la situación que estamos viviendo, no es extraño, ya que hemos cambiado nuestros hábitos cotidianos y esto influye de forma directa a la hora de irnos a dormir.
Por ello lo mas importante es crear una rutina a la hora de levantarnos, comer y hacer algún tipo de ejercicio físico: “si estamos poco cansados, dormiremos peor”.
Así mismo la ansiedad, también es un causante del insomnio. Esta ansiedad aparece cuando pensamos en la situación actual que estamos viviendo, así como en el “posible” futuro que nos deparará, trabajo, economía, vuelta a la rutina…
Menos cansancio y más ansiedad
El tener más tiempo libre es positivo, pero también puede convertirse en un arma de doble filo porque le damos mayor vueltas a las cosas creando bucles de pensamientos negativos generando así una ansiedad anticipada, que es el hecho de estar preocupado por algo que puede, o no, pasar dentro de unos meses.
Por ello es importante buscar alternativas para calmar esas preocupaciones.
Proteger la salud mental
La falta de sueño junto con la ansiedad deriva en que el estado de ánimo pueda verse alterado y que poco a poco se vaya apoderando de nosotros.
Por todo ello es importante ponerse manos a la obra y empezar a poner rutinas:
- Establece una hora fija para irte a dormir y respeta esa hora.
- Evita las siestas. Si haces siesta llegaras menos cansado a la noche.
- No hagas ejercicio 1 o 2 horas antes de irte a dormir. Ya que de esta forma el cuerpo se activa y no facilita la relajación.
- Haz algo de deporte durante el día: andar por el pasillo, bailar, bici… Preferiblemente por la mañana o primeras horas de la tarde.
- Llama a algún familiar o amistades para desconectar.
- Respeta el horario de comidas.
- Evita el uso del teléfono móvil antes de irte a dormir.
- Y lo más importante, aprovecha para hacer todas aquellas actividades que en otros momentos no has podido hacer. Haz una lista con todas aquellas que se te ocurran, y ¡ya puedes empezar!