El trastorno de la respuesta sexual es la alteración en el funcionamiento normal del organismo en las fases de las respuestas sexuales. Estos cambios psicofisiológicos producen problemas interpersonales, siendo algunas de las consecuencias más frecuentes la baja autoestima y problemas entre parejas.
Es importante saber que la respuesta sexual está relacionada al deseo sexual, excitación y orgasmos, podemos decir que esas son sus fases o proceso. Los trastornos causan una alteración en algunas de ellas, no siendo normal la reacción del organismo. A continuación compartiremos algunos ejemplos de los trastornos más comunes, así como algunos consejos que te pueden ayudar a superar la crisis.
Las personas con alguna alteración en esta fase experimentan disminución o ausencia del deseo por su pareja o cualquier otra persona. No cualquier falta de deseo es un trastorno, pero cuando se presenta de forma frecuente ya se puede considerar un problema. Médicamente se puede presentar de dos formas:
Las personas con este trastorno no presentan deseo sexual ni fantasías sexuales. Esto los lleva a no tener relaciones sexuales, o en su defecto hacerlo sin sentir placer y por el contrario sintiéndose muy incómodo. Acudir a un terapeuta es la mejor opción, ellos te ayudarán a detectar los estímulos y lugares más placenteros. Se pueden tratar los sentimientos, vergüenzas e incluso ansiedad que son factores que pueden estar interfiriendo.
El nivel de gravedad y desinterés por el sexo es mayor. Se puede considerar una especie de fobia al sexo, donde el afectado siente un miedo profundo por la actividad sexual. Para tratar este problema hay que detectar el origen, el terapeuta te puede ayudar. Al igual que el trastorno anterior se trataran algunos factores que influyen y se motivará al acercamiento sexual progresivo.
El médico profesional puede recetar algunos medicamentos, los cuales deben ser ingeridos bajo su vigilancia y sin exceder la dosis.
A diferencia del deseo, las personas con trastornos de excitación pueden sentir deseo (o no) pero no responder sexualmente por medio de la excitación. En otras palabras, el hombre o la mujer pueden querer tener sexo pero sus órganos sexuales no responden. Ejemplo de este tipo de trastorno de excitación son:
Es lo que se conoce como difusión eréctil, y dependiendo de la gravedad el hombre puede tener una erección pero no mantenerla. En casos graves es imposible siquiera lograr la erección. Las razones de este trastorno pueden ser problemas psicológicos, respuesta a hábitos dañinos como la masturbación compulsiva, y en muchos casos se debe a problemas físicos como deficiencia en la circulación de sangre.
Un médico especialista te puede ayudar a detectar el origen ¡No consumas ningún tipo de medicamento para estimular si no es recetado! Probablemente el médico te aconseje la toma de algunos así como ciertos alimentos que te ayudarán.
Al igual que en el hombre puede ser total o parcial, pero en este caso el problema es que la mujer tiene problemas para lubricar y permitir la penetración. Dependiendo la gravedad y el origen, puede ser muy efectivo reducir el estrés, tener una mejor comunicación con tu pareja, mejorar la estimulación, ser más romántico, etc. En casos donde nada de esto ayude lo mejor es acudir a un sexólogo.
Como tercer y última fase nos encontramos con el orgasmo, es la parte más placentera y ocurre cuando se llega a la parte más intensa de excitación sexual. Normalmente el cuerpo se va poniendo tenso hasta llegar a un punto donde se libera la tensión y se experimenta una especie de relajación. Los trastornos en esta fase no permiten al hombre o la mujer poder experimentar esta sensación. Se les puede conocer como:
Se considera la dificultad para experimentar un orgasmo aunque ya se ha recibido suficiente estimulación sexual. Cuando esto sucede con frecuencia se puede considerar un trastorno y debe ser revisado por un profesional. Existen tratamientos muy efectivos para superar este trastorno: aprender a entender a tu cuerpo, mejorar la estimulación sexual, tratar enfermedades bases… pero todo depende de la causa del problema.
Es uno de los trastornos más comunes en los hombres, y consiste en eyacular ante la más mínima estimulación sexual. Dependiendo de la gravedad la duración puede ser menor e incluso llegar antes de la penetración. Al igual que la anorgasmia y la mayoría de trastornos de la respuesta sexual se considera un problema cuando ocurre frecuentemente. Dependiendo de la causa se puede tratar de diferentes maneras, por ejemplo si el problema lo originó la masturbación compulsiva, pornografía… se recomienda como primer paso abstenerse de ellas. Sin embargo el médico es quien determinará la causa y el tratamiento
La infidelidad comienza en la mente, es allí donde debes comenzar atacar este problema, nuevamente un profesional en psicología es tu mejor aliado. Si comienzas a tener atracción por alguien que no es tu pareja lo mejor es no frecuentar con ella y entender que no todo sentimiento quiere decir que amas a esa nueva persona «El corazón es engañoso». Algo que lleva a las personas a ser infieles son todos los problemas que ya hemos mencionado anteriormente, por lo que tratar cada uno de ellos es disminuir la probabilidad que exista infidelidad en tu relación.
Por último tenemos dos trastornos relacionados al dolor cuando se mantienen relaciones sexuales. El primer de ellos se conoce como vaginismo que interfiere en el coito debido a espasmos que presenta el paciente en los músculos de la vagina, esto hace que se cierre completamente o un poco no permitiendo una penetración normal. Se debe detectar la causa y luego comenzar un tratamiento con base a ella. Entre las causas se encuentran las de origen psicológicos (traumas sexuales, miedo a quedar embarazada, depresión, ansiedad, hostilidad) y las de origen físico (hemorroides, himen rígido, inflamación de la pelvis, etc.)
Y el segundo trastorno es la dispareunia que produce dolor en los genitales durante el acto sexual. Lo mejor que puedes hacer en este caso es visitar a un médico especialista quien te pueda tratar el problema a fondo, mientras tanto puede hacer uso de lubricantes para que el acto sexual cause menos dolor. En las mujeres suele afectar mucho el tamaño del pene, sin embargo no deja de ser una problemática que debe ser vigilada y consultada con un especialista en la materia.
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