SER FLEXIBLES PARA ADAPTARNOS A LA “NUEVA NORMALIDAD”
Hace unos meses, nadie nos imaginábamos la crisis sanitaria que estaba a punto de llegar, ahora el entorno se ha vuelto un lugar inestable y poco previsible.
Todo ha cambiado y tenemos que aprender a manejar esta incertidumbre de la mejor manera posible para adaptarnos con más facilidad a este entorno cambiante y nuevo para todos.
Antes de la crisis sanitaria, muchos teníamos planificados un montón de planes de futuro (a nivel familiar, personal y laboral), pero todos estos planes sufrieron un revés. Todos los planes a corto plazo han tenido que ser anulados, sin saber todavía en que momento vamos a poder retomarlos.
Cuando nos tenemos que enfrentar a estos cambios de planes, muchos de nosotros continuamos aferrándonos a ellos, mostrándonos incapaces de flexibilizar, lo que nos genera un bloqueo emocional y que nos quedemos inmovilizados.
Todo aquello que teníamos planificado se derrumba, no sabemos buscar alternativas, no tomamos decisiones de cambio, y ya no podemos seguir nuestra camino. ¿Os identificáis?
Esta rigidez mental, se debe a unos esquemas mentales muy rígidos que es importante que sean reestructurados para que puedan avanzar y no quedarse bloqueados en ese punto.
“El agua lo vence a todo porque se adapta a todo”
Lao Tse
PLANES FLEXIBLES
Cuando proponemos planes a medio plazo, es importante darles un carácter flexible, ya que si no son flexibles pueden generarnos un gran bloqueo si no pueden llegar a realizarse.
Así como tampoco resulta útil, no proponer planes.
Por ello hay que entrenar a nuestra mente a ser flexible y mantener una actitud abierta de aceptación y compromiso.
El punto intermedio se encuentra en planificar, pero con flexibilidad, sabiendo adaptándonos a los cambios que pueden surgir a lo largo del camino