En esta oportunidad vamos a compartir algunos consejos de psicología que te van a ayudar a evitar la frustración. Lo primero que debes tener claro es que todos en algún momento nos frustramos, y es normal. Incluso, no hay un tratamiento para nunca más hacerlo. Sin embargo, la frustración en exceso es dañina, y es lo que buscamos controlar.
Definamos la frustración como una emoción, de carácter negativo. Así que por muy normal que sea, es necesario evitarla. Generalmente, se manifiesta cuando las cosas no salen como esperamos, o cuando nos sentimos impotentes por no poder hacer algo para cambiar la realidad.
Este sentimiento afecta directamente nuestra salud mental, y si no se controla puede causar problemas de ansiedad, estrés e incluso depresión. Esta cadena nos lleva a vivir problemas físicos de salud, e incluso daña nuestras relaciones personales.
Afortunadamente, hay técnicas que podemos utilizar para controlar la frustración, el objetivo de este artículo es conocer algunas de ellas. Incluso, podemos decir que ya te hemos dado el primer consejo “Todos nos frustramos, es normal”, saber esto te ayudará a no frustrarte cuando sientas este sentimiento.
El efecto de la frustración en la salud mental
Para contraatacar a nuestro enemigo, es necesario conocerlo. Ya sabemos lo que es la frustración, pero hay más que conocer. La frustración:
- Se manifiesta en diversas situaciones y lugares: trabajo, escuela, proyectos personales, relaciones interpersonales, etc.
- Aunque sea algo normal, tiene efectos negativos en nuestra salud, por lo que hay que se debe evitar siempre.
En otras palabras, somos muy propensos a frustrarnos, y lo peor es que esto afecta nuestra salud, en especial nuestra mente. Cabe destacar que la frustración afecta nuestra salud mental cuando:
- Se experimenta de forma frecuente.
- Cuando nos frustramos de manera intensa, es decir, tan fuerte que pasan las horas y días y seguimos con el sentimiento.
- Se mezcla con la ansiedad y la depresión.
- Tenemos mucho estrés.
Una persona que no controla su frustración comienza a presentar tristeza, impotencia, no descansa, presenta irritabilidad, se vuelve impaciente, y comienza a culpar a los demás por no haber cumplido sus expectativas ¡Esto es lo que daña sus buenas relaciones!
Una persona con frustración intensa comienza a perder confianza en sí mismo, lo que se traduce a tener una baja autoestima. Es así como se sienten inútiles e incompetentes.
¿De qué me sirve saber todo esto para superar la frustración? Y es que el segundo consejo es poder identificar la frustración, para saber si realmente es ese el problema que tienes. Por ello, si te identificas con lo que hemos compartido, probablemente estés frustrado.
El tercer consejo es identificar las causas de la frustración, eso lo haremos en la siguiente sección:
Las causas de la frustración ¿Por qué nos frustramos?
Podemos resumir las causas de la frustración de la siguiente manera:
- Tener expectativas poco realistas.
- Sentir que no tienes el control de las cosas.
- Tener muchos conflictos interpersonales.
- Encontrar muchos obstáculos para hacer lo que deseas.
- Falta de habilidades, y de recursos.
- La incertidumbre.
En este sentido, podemos decir que la frustración viene de diferentes formas, y cada uno de nosotros la podemos experimentar de forma diferente.
En la mayoría de los casos, es suficiente con detectar la causa y tratarla, para ser finalmente libre de la frustración. Por ejemplo, si detectas que eres una persona que establece metas pocos realistas, y comienzas a establecer metas reales, las vas a cumplir, y ya no te vas a frustrar.
El estrés y la frustración están muy ligados, por ello el siguiente paso, tiene que ver con controlar el estrés:
Estrés y frustración: cómo prevenir la frustración
Si la causa de tu frustración es el estrés, entonces te pueden ayudar algunas técnicas de manejo de estrés. Entre ellas podemos mencionar las siguientes:
- Hacer ejercicios: no solo podrás controlar el estrés, sino también la ansiedad. Los ejercicios han demostrado ser un gran aliado para controlar las emociones, y ocupar de forma efectiva la mente.
- La meditación: por medio de la meditación podrás relajar tu cuerpo y tu mente. Además, es una forma de centrarte en el presente y equilibrar tus emociones. Además, por medio de esta técnica podrás descubrir que es lo que realmente te estresa.
- Respirar de forma profunda: los ejercicios de respiración son muy útiles cuando se trata de controlar el estrés y la ansiedad. Además, es una forma de reducir la tensión.
- Tiempos de relajación: además de lo que ya hemos mencionado, hay muchas otras actividades que puedes realizar para relajarte. Pero va a depender de tus gustos. Por ejemplo, leer, escuchar música, descansar, caminar, etc.
- Comunicación efectiva: si logras desarrollar una comunicación clara y efectiva vas a mejorar la relación que tienes con las personas. Esto significa que tendrás menos estrés, y por ende menos frustración.
- La organización: al igual que la planificación, es una forma de ayudarnos a disminuir el estrés porque no tendrás que hacer tantas cosas al mismo tiempo, ni tendrás que estar improvisando. También tiene un efecto directo en la frustración, porque mientras mejor te planifiques, más fácil será cumplir con tus expectativas.
Otros consejos para superar la frustración
A continuación, listamos otros consejos que te ayudarán a no frustrarte:
- Es necesario que desarrolles tu resiliencia emocional.
- La psicoterapia puede ser una gran aliada para superar la frustración y prevenirla.
- Aplica las técnicas que compartimos a diario, El campo perfecto para mejorar tu capacidad de superar decepciones y cualquier otro mal similar, es tu vida cotidiana.
- Acepta la incertidumbre como algo normal, y no le tengas miedo a lo desconocido. Siempre ten claro los riesgos, y entiende que si fallas siempre tendrás otras oportunidades.
- Haz todo lo que esté a tu alcance por aumentar la confianza en ti mismo. Es necesario que puedas aumentar tu autoestima para superar cualquier dificultad emocional y mental, incluyendo la frustración.
Para concluir, la frustración no es un mal que no tenga cura, sin embargo, requiere de tu esfuerzo, disciplina y dedicación para poder superarlo. Ya sabes lo que tienes que hacer ¡No pierdas más tiempo!