A nadie le agrada perder un ser querido, esta experiencia produce gran estrés, angustia y depresión. En algunos casos es normal por cierto periodo de tiempo, pero hay ciertas personas en que esta reacción se hace duradera y hasta peligrosa para su salud. Es importante detectar cuando los síntomas son normales, y cuando ya está dejando de ser normal para así tratar la dificultad a tiempo.
Entre los síntomas que se pueden notar en una persona que ha perdido un familiar podemos mencionar:
- Dolor
- Aturdimiento
- En algunos caso culpa, ya sea por la muerte o por cosas que no pudo hacer mientras el familiar estaba con vida
- Ira
Al igual que todo tipo de depresión, la persona no quiere tenerla, es una enfermedad. Por lo que pedirle que deje de sentirla pueda hacer que se sienta mal, porque ella no quiere sentirse así pero tampoco puede ser libre del dolor. Es importante ser muy sensible y sabio, por eso recomendamos visitar un profesional.
¿Cuándo debo visitar un profesional si sufro de depresión por pérdida de un familiar?
Los síntomas mencionados anteriormente suelen ser muy comunes y normales, al pasar el tiempo y a medida que se acepta la pérdida (determinándose a seguir adelante) todo comienza a cambiar. Por eso recomendamos dos cosas.
- Espera un tiempo y si ves que el dolor aumenta en vez de menguar, visita un profesional.
- Visita desde un principio a un profesional, es mejor prevenir. Además te será de mucha ayuda en la superación que todos necesitamos.
La depresión por pérdida de un familiar también suele conocerse como duelo complicado, y es que los sentimientos por la pérdida debilitan cada vez más al individuo sin notar ninguna mejoría. También se le conoce como «Trastorno por duelo complejo persistente»
Si estos problemas no se tratan difícilmente la persona pueda seguir con su vida normal, incluso la depresión puede poner en riesgo la integridad física, ya sea porque descuidan su salud, no se alimentan… y en el peor de los casos atentan contra sus propias vidas.
No todos los duelos son iguales
Es difícil compartir algunos consejos específicos para ayudar a una persona con depresión por pérdida de una familiar, y es porque no todos los duelos son iguales. El peor error que podemos cometer es juzgar la condición de una persona basado en una experiencia ajena, por ejemplo decir “Pero mira a María, ella perdió su hijo y en un mes ya estaba tranquila, ya tú tienes 3 meses y sigues igual”.
Hay casos donde el duelo se supera en meses, otros tardan años… en fin, el juicio en ninguna manera ayuda a solucionar el problema. Por eso lo mejor es visitar un profesional quien pueda estudiar el caso en particular.
Así verá las condiciones mentales del paciente, sus antecedentes médicos, etc. No es lo mismo tratar con una persona que tiene un historial de depresión que con una persona que nunca la ha sufrido.
Consejos generales para superar la depresión por pérdida de un familiar
Tenemos que considerar lo más importante, es acudir a un profesional en la materia, no presionar al paciente y hacerle compañía. En ningún momento le prohíbas llorar, lo más importante en primer lugar es que saque todo ese dolor que lleva dentro, por eso no juzgues sus palabras que muchas veces el desahogo puede ser incómodo para ti.
Una vez que saque todo eso que tiene dentro comenzará un proceso de aceptación, no solo que el familiar ya no estará más junto a él o ella, sino que nunca más se sentirá como antes, siempre estará esa espinita solo que no dolerá tanto como ahora, es una especie de adaptación.
Tener relaciones con otras personas ayuda a superar el duelo complicado, si bien es cierto hay que respetar su tiempo a solas que es necesario, el relacionamiento nos ayuda a salir adelante. La depresión tiende a que las personas se aíslen, es algo que debemos tratar con mucha sabiduría.
Un año de duelo ¿Qué hago?
Si ya ha pasado un año y ves que el problema persiste y se hace cada vez más fuerte, visita con carácter de urgencia a un profesional. Si al pasar este tiempo notas con fuerzas los siguientes síntomas no tienes otra opción para buscar a alguien experimentado que te ayude:
- Falta de concentración.
- Obsesión por los recuerdos de ese familiar.
- Tristeza muy profunda imposible de controlar.
- No ha aceptado la muerte de su familiar.
- Aislamiento voluntario.
- Pérdida de propósito en su vida.
- Sentimiento de culpa.
Factores de riesgos
Si bien es cierto que la depresión se puede dar en cualquier caso de pérdida, hay situaciones específicas que aumentan la probabilidad de depresión o duelo complicado:
- Pérdida de un familiar del cual se tiene dependencia, ya sea emocional o física. Por ejemplo, abuelos que pierden un hijo el cual cuidaba de ellos, hijos menores que pierden a sus padres, etc.
- Muerte de un niño, ya sea desde el vientre de la madre o con cierta edad de madurez. Incluso aunque no sean niños, la pérdida de un hijo suele ser un factor de riesgo.
- Muerte por accidente o cualquier otra situación inesperada. Accidentes automovilísticos, muerte por enfermedad que no se conocía, etc.
- Antecedentes de depresión, estrés y/o ansiedad.
- Soledad, no contar con alguien que le acompañe en el proceso, o simplemente no tener la confianza de contar como realmente se siente. Hay quienes fingen que están bien pero por dentro cada vez empeoran más.
- Una vida difícil emocionalmente, y problemas familiares, donde la pérdida pasa a ser “la gota que derrama el vaso”.
Si tu caso es similar a uno de estos puntos es necesario buscar ayuda profesional de inmediato. Siempre es importante que el paciente pueda hablar, contar con apoyo profesional pero también de un familiar o amigo cercano. Y mucho más importante someterse a las terapias de duelo, ya que hay personas que acuden al especialista pero no son disciplinados en cumplir el tratamiento.