La vuelta al cole puede suponer un cambio muy notable en la rutina de los niños.Durante la época de vacaciones lo más probable es que hayan alterado sus hábitos, horarios y actividades. Y ahora toca la vuelta a las rutinas y obligaciones.
El proceso de adaptación puede suponer alteraciones emocionales o comportamentales en los niños (rabietas, tristeza, alteraciones digestivas…). Sin embargo, esto puede prevenirse haciendo la adaptación paulatina y progresiva. De esta forma evitaremos cambios bruscos y dificultades en la adaptación a la “normalidad”.
La clave está en hacer una reentrada paulatina en la rutina y ajuste progresivo de las expectativas del niño sobre lo que se encontrará en unos días. Hay que procurar no dejar para el último momento los preparativos de la vuelta al cole.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
- Dar información. Informar al niño sobre lo que se va a encontrar en el cole para reducir la ansiedad que esto puede provocarle.
- Reestructurar horarios. Días previos a la vuelta al colegio, es recomendable ir ajustando la hora de acostarse y levantarse para evitar el cansancio y la irritabilidad asociada a madrugar.
- Dedicar un tiempo a las actividades escolares. Leer, resolver problemas, escribir…con el objetivo de mantener los procesos cognitivos activos e ir preparando al niño para lo que va a encontrar a la vuelta.
- Transmitir una actitud positiva sobre la vuelta al cole. Los padres son un modelo de conducta para los niños y es importante que ellos observen como los padres sobrellevan positivamente la vuelta al cole y al trabajo. De lo contrario, se les transmite una actitud negativa. Por lo que es importante recordarle acontecimientos positivos relacionados con el colegio y no manifestarles ningún miedo e inseguridad.
- Evitar disputas. Es importante evitar tensiones días antes de la vuelta al cole, de esta manera no se asociara a emociones negativas.
- Preparación del material. Es muy positivo que los niños sean participes del nuevo material que van a llevar en este nuevo curso. Que elijan sus libretas, mochilas, que ayuden a forrar los libros, adornar sus cuadernos…
- Mantener actividades positivas. Es recomendable que el niño no elimine por completos las actividades positivas que hacía durante el verano, por lo que es muy beneficioso que durante el curso se incluya un tiempo de juego o actividades extraescolares que supongan un disfrute para él.
- Despedida cálida y segura. Mantener una actitud firme, segura y cálida a la hora de despedirse e informarle que en unas horas pasaremos a recogerle. Así transmitiremos calma y tranquilidad ante la separación.
Con las pautas anteriores podemos prevenir alguna alteración, en caso de aparecer, remitirán con el tiempo y la entrada en la rutina. Si observamos que se prolongan o son muy intensas durante un cierto periodo de tiempo, sería interesante consultar con un profesional para establecer unas pautas adecuadas.