Dedicarse tiempo a uno mismo es un acto sencillo, sin embargo, muy pocos lo practican. Vivimos el día a día casi con el tiempo justo para cumplir con las demandas externas y responsabilidades olvidándonos del tiempo “para nosotros”, es más, en ocasiones, incluso podemos sentirnos culpables por querer tiempo para nosotros.
Pasar el tiempo haciendo cosas que creemos que “debemos” hacer sin dedicarnos tiempo, puede generar estrés e infelicidad.
El tiempo que nos dedicamos es más importante de lo que pensamos, nos ayuda a tomar conciencia de cómo nos sentimos, interiorizar experiencias, hacer cambios en nuestra vida y repasar lo que hemos vivido. Por ello es importante que busques un hueco para ti.
Para ello es conveniente cambiar la idea de que lo demás es más importante que tu bienestar.
Ahora es un buen momento para ti
¿Cuáles son las consecuencias de dedicarte tiempo?
- Disfrutar de lo que te gusta, esto permite mejorar nuestra condición física y mental, actuando contra la depresión y fomentando nuestro desarrollo personal.
- Promueve el autoconocimiento, saber quién eres y como te sientes.
- Mejora tu salud mental, dedicarte tiempo te ayudará a disminuir el estrés diario y a sentirte mejor.
- Fomenta la concentración durante el día y nos ayuda a solucionar problemas.
“Ofrécete esa importancia que tanto te mereces”
Date una cita contigo mismo…
Durante ese tiempo haz lo que te guste. Leer, escuchar música o simplemente disfrutar del tiempo.
Revisa tu día y atiende cuanto tiempo dedicas a cada cosa.
El horario lo solemos tener delimitado en el trabajo, conociendo cuantas horas pasamos, sin embargo, ¿Cómo organizamos el resto del día?
En ocasiones, te darás cuenta de que ocupas mucho tiempo en realizar acciones vacías que no aportan nada.
Pequeños cambios que realices en organizar tu tiempo, pueden suponer grandes cambios para poder permitirte tener tiempo para ti.
Aprende a decir no.
Saber decir no, es una habilidad fundamental para no asumir responsabilidades que no queremos. Esto afecta a la calidad de vida y a la calidad de tiempo que dedicas a los demás.
Decir que no, es aprender a respetarte para poder tomar el control de tu vida.
“Sé el protagonista de tu tiempo, solo tú puedes decidir como invertirlo”