La baja autoestima está detrás de la mayoría de los problemas psicológicos y emocionales, y es un obstáculo para la felicidad.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima son los sentimientos, es el cómo nos sentimos con nuestros comportamientos, actitudes, habilidades, logros y fracasos. Es el sentido de nuestra valía y el aprecio que nos tenemos.
Esta autovaloración es muy importante, dado que de ella dependen en gran parte la realización de nuestro potencial personal y nuestros logros en la vida. De este modo, las personas que se sienten bien consigo mismas, que tienen una buena autoestima, son capaces de enfrentarse y resolver los retos y las responsabilidades que la vida plantea. Por el contrario, los que tienen una autoestima baja suelen autolimitarse y fracasar.
La baja autoestima podría estar saboteándote en conseguir tus objetivos, generar dificultades en tus relaciones sociales, etc.
La baja autoestima puede convertirse en nuestro peor enemigo, nos paraliza a iniciar nuevas actividades y las tareas del día a día pueden llegar a convertirse en situaciones difíciles de realizar. Esto impide llevar una vida equilibrada provocando frustración y problemas psicológicos a largo plazo.
El concepto que uno tiene de sí mismo se va formando a lo largo de la vida, cada etapa nos aporta experiencias y sentimientos que nos generara una imagen de nosotros mismos. Esa imagen es la fotografía privada que has realizado.
Las personas con baja autoestima tienen una visión distorsionada de lo que realmente son, tienden a ser muy exigentes y perfeccionistas sobre lo que “deberían “ser o lograr.
Tienden a ser muy críticas consigo misma ya que se comparan con sus criterios “ideales” y “perfeccionistas”.
Muestran un temor excesivo a cometer errores, lo que lleva a la evitación y escape de situaciones en la que no se sienten seguros, ya que no confían en sus capacidades y en sus decisiones por lo que tienen una alta necesidad de aprobación continua de los demás, ya que de esa opinión dependerá su valía o no.
Para intentar aumentar nuestra autoestima debemos, ante todo, empezar a ser nuestros mejores amigos. Esto no significa hablar en términos de egoísmo, sino a comenzar a aceptarnos tal y como somos, tratando de reconocer nuestro potencial para sacarle el máximo provecho y aceptando las limitaciones.
Algunos consejos para poner en práctica:
- Aceptarnos tal y como somos. Con nuestras cualidades y defectos.
- Desarrolla sentido del humor
- Prestarnos más atención. Dedica tiempo a aquello que te haga feliz.
- Premia tus logros.
- Cambia el concepto que tienes de ti.