¿Qué es un psicólogo? El psicólogo es un profesional que enseña una serie de habilidades, técnicas, y de estrategias psicológicas para conseguir que las persones afronten los problemas de forma exitosa hasta superarlos.

¿Qué es un psicólogo?

Existen muchos mitos acerca de la figura del psicólogo: “los psicólogos leen la mente”, “la terapia es para locos”, “los psicólogos son una especia de consejeros”, “lo único que hacen es escuchar”, “un psicólogo medica a sus pacientes”, “los que van al psicólogo son débiles”…

En la actualidad existen una gran cantidad de creencias y mitos erróneos acerca de la figura del psicólogo y la psicología, que se mueve desde la posición de los que creen que la psicología se relaciona con la “locura” hasta los que piensas que solo acudiendo a la consulta, sus problemas se solucionaran por sí mismos.

Con este artículo se pretende romper con esos mitos y servir de orientación para aquellos quienes tienen dudas sobre la figura del psicólogo.

1.Los psicólogos somos profesionales de la conducta humana, un especialista en las leyes de aprendizaje y aplica dichas leyes para enseñar nuevos comportamientos que sustituyan a los que hacen daño.

Desde niños entramos en un proceso de aprendizaje que continua día a día.

Existen varias formas de aprender:

• ASOCIACIÓN: tras muchas veces en que una persona tiene ganas de orinar y va al baño, puede ocurrir que solo entrar al baño (por ejemplo, a peinarse) le produzca ganas de orinar. En este caso la situación “baño”, se ha convertido en la señal del comportamiento de orinar.
• IMITANDO: un niño puede aprender a utilizar un objeto viendo como su hermano lo hace.
• APRENDIZAJE POR REFUERZO POSITIVO: aprendemos aquellas conductas que nos causan placer. Así, un niño puede aprender a enseñar sus trabajos del colegio porque, cuando lo hace, sus padres le felicitan y le prestan mucha atención.
• APRENDIZAJE POR REFUERZO NEGATIVO: también podemos aprender aquellas conductas que nos sirven para evitar/escapar de situaciones desagradables. Así aprendemos a tomar un analgésico porque al tomarlo eliminamos (escape) el dolor de cabeza.

Así aprendemos a tener miedo, tristeza, enfado, adicciones y cualquier otro problema emocional.

De la misma manera que aprendemos conductas que nos perturban, podemos DESAPRENDERLAS y sustituirlas por otras.

2. Los psicólogos explicamos porque nuestros pacientes se encuentran mal o se comportan de una determinada manera que les está generando el problema. Para ello analizamos las variables que han llevado a esa persona a dicha situación (causas) y los factores que están manteniendo el problema en el tiempo.

 El hecho de que la persona entienda como ha llegado a esa situación y la manera en la que el problema se está manteniendo, es una parte muy importante en el proceso de la terapia, ya que aporta claridad y tranquiliza a la vez que motiva al cambio.

3. Al conocer las variables mantenedoras del problema, el psicólogo enseña una serie de habilidades, técnicas y estrategias psicológicas para conseguir que las personas afronten el problema de forma exitosa.

Así, el psicólogo trabaja como un entrenador. Un entrenador de fútbol conoce los ejercicios, tácticas y técnicas que enseña a sus jugadores, para que estos vayan practicando y ensayando hasta dominarlas, consiguiendo finalmente un alto rendimiento.

El entrenador no juega por el jugador, el psicólogo no se enfrenta al problema del cliente, sino que enseña COMO manejar las situaciones-problema. Por lo que quien “suda” física o psicológicamente es el jugador de fútbol y el cliente.

4. Ampliamos la terapia más allá de la hora de sesión. Para que lo cambios se generalicen a la vida cotidiana del paciente y se mantengan en el tiempo, los psicólogos proponemos tareas que las personas deberán llevar a cabo fuera de la consulta.

Es importante saber que ninguna terapia funciona si la persona no se esfuerza y no participa activamente. Por lo que cuento mas trabajes en ti mismo y por la terapia, más eficaz y rápida será.

¿QUÉ NO ES UN PSICÓLOGO?

1. No es un médico y por tanto no receta fármacos, ya que los trastornos psicológicos, los tratamos como problemas emocionales y por tanto no son enfermedades que necesiten cura farmacológica.

2. No se limita a escuchar. Nuestro trabajo no se limita a escuchar, sino a ayudar a las personas a solucionar sus problemas y para ello hay que escuchar pero también hablar. Una sesión de terapia es una conversación entre dos personas que participan en diferentes grados.

3. No leen la mente. No, los psicólogos no leemos la mente, los psicólogos trabajamos a partir de la información que nos proporciona la persona (o terceras personas allegadas) y si esta información es incorrecta la terapia no tendrá sentido. Podemos tener más habilidad para detectar incoherencias en el discurso, contradicciones, comportamientos contradictorios, pero no tenemos cualidades mágicas.

4. No es un mago. El mero hecho de acudir a terapia y sentarse delante de un profesional no va a hacer que el problema se solucione. Como hemos visto, el proceso de terapia es un proceso ACTIVO en el que el terapeuta será el encargado de guiar a la persona para que vaya por el camino correcto.

5. No da consejos. Los consejos los dan los amigos, padres, compañeros de trabajo, pero no los psicólogos. Los consejos son aquellas formas de actuar que una persona pondría en marcha en función de las experiencias vividas y de sus valores. Los psicólogos ofrecemos estrategias, técnicas y habilidades que han sido validadas científicamente para el tratamiento de los problemas psicológicos.

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