Un trastorno es una alteración al funcionamiento del organismo, por lo que causa un desequilibrio físico y mental en quien lo padece. Si somos más específicos y nos enfocamos en el área de la psicología podemos hablar de los «trastornos psicológicos», que son afecciones que sufren algunas personas y que alteran:
- Su forma de pensar
- Comportamientos
- Emociones
Un trastorno suele disminuir la calidad de vida de quien lo padece, así como de las personas que le rodean. Sin embargo, la medicina y la psicología, ofrecen soluciones que ayudan a disminuir este impacto negativo, logrando en muchos casos que la persona mejore y lleve una vida normal.
Los trastornos psicológicos y sus orígenes
Los trastornos suelen afectar el desenvolvimiento en la sociedad de cualquier persona, así como las relaciones interpersonales. El origen de algunos es desconocido, sin embargo recientes estudios nos indican que otros pueden estar relacionados con la genética, problemas biológicos o fisiológicos.
Los trastornos psicológicos se pueden clasificar en dos grandes grupos que al mismo tiempo se dividen en diversos tipos. En primer lugar tenemos los trastornos de personalidad (de 1 al 4), seguidos de los trastornos alimenticios (5 y 6).
1. Trastorno de atención
El trastorno por déficit de atención por hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos más comunes que afectan a los niños aunque también afecta a muchos adultos. Los síntomas del TDAH incluyen falta de atención (no poder mantener la concentración), hiperactividad (exceso de movimiento que no se ajusta al entorno) e impulsividad (actos precipitados que ocurren en el momento sin pensar).
2. Trastorno bipolar
El trastorno bipolar (anteriormente llamado enfermedad maníaco-depresiva o depresión maníaca) es un trastorno mental que provoca cambios inusuales en el estado de ánimo, la energía, los niveles de actividad, la concentración y la capacidad para realizar las tareas diarias.
3. Trastornos del espectro autista
El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición compleja del desarrollo que involucra desafíos persistentes en la interacción social, el habla y la comunicación no verbal y conductas restringidas/repetitivas. Los efectos del TEA y la gravedad de los síntomas son diferentes en cada persona. Si bien actualmente no existe una causa única conocida del autismo, el diagnóstico temprano ayuda a una persona a recibir el apoyo y los servicios que necesita, lo que puede conducir a una vida de calidad llena de oportunidades.
4. Trastorno de ansiedad
Experimentar ansiedad ocasional es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad suelen tener una preocupación y un miedo intensos, excesivos y persistentes por las situaciones cotidianas. A menudo, los trastornos de ansiedad llevan consigo episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un pico en minutos (ataques de pánico).
5. Anorexia
La anorexia nerviosa, a menudo simplemente llamada anorexia, es un trastorno alimentario caracterizado por un peso corporal anormalmente bajo, un miedo intenso a aumentar de peso y una percepción distorsionada del peso. Las personas con anorexia valoran mucho el control de su peso y su forma, haciendo esfuerzos extremos que tienden a interferir significativamente con sus vidas.
6. Bulimia
La bulimia nerviosa o bulimia, es una enfermedad psiquiátrica grave caracterizada por episodios recurrentes de atracones (el consumo de cantidades anormalmente grandes de alimentos en un corto período de tiempo), seguidos inmediatamente de vómitos autoinducidos, ayuno, ejercicio excesivo y/o mal uso de laxantes, enemas o diuréticos.
Cómo tratar los trastornos psicológicos
El tratamiento específico depende de muchas cosas, algunas de ellas son las siguientes:
- El trastorno en específico.
- La condición física del paciente.
- Condición mental del paciente y otros padecimientos.
Por eso lo mejor es acudir a un profesional en psicología que pueda evaluar la situación en particular. Sin embargo para que tengas una idea de los tratamientos principales y generales para los trastornos más comunes compartimos contigo la siguiente información.
La depresión suele ser tratada por medio de terapias que consiste en conversar con el paciente al mismo tiempo que se pautan medicamentos específicos (siempre recetados por un profesional).
Para la ansiedad aunque también se hace uso de medicamentos, se combina con psicoterapia. Algunos de los medicamentos que se utilizan son los antidepresivos. La medicación y psicoterapia también se usan en casos de trastorno bipolar.
Algo parecido se hace con la esquizofrenia solo que el cuidado debe ser muy bien coordinado debido a la naturaleza del padecimiento.
En casos de demencia las terapias también son una opción, de igual modo que para los problemas de atención e hiperactividad donde especialmente se utilizan las terapias conversacionales. Este tipo de terapias también son útiles en casos de trastorno obsesivo-compulsivo.
Si hablamos de autismo la terapia conductual suele ser una de las soluciones más efectivas cuando se detecta a temprana edad. Todo esto acompañado de terapias familiares y educativas, la experiencia demuestra muy buenos resultados.
Consejos para tratar los trastornos psicológicos
Además de hacer una consulta rápida en línea y luego asistir inmediatamente a un consultorio profesional de psicología, te compartimos algunos consejos:
El entorno del paciente
No solo te concentres en lo que debe tomar, hacer, cambiar… el paciente. Las personas que los rodean también tienen parte en esta situación, y mientras más colaboren se tendrán mejores resultados. Por lo menos tú si eres la persona más cercana tienes mucha influencia.
Obediencia con los medicamentos
En caso de medicar, hazlo tal cual lo indica el médico. No cometas errores como saltarte un comprimido para ahorrar dinero (aunque estés pasando una crisis financiera), ya que corres el riesgo de que no haga ningún efecto.
Del mismo modo no suministres más dosis de lo indicado, muchas personas lo suelen hacer por desesperación para ver resultados más rápidos, pero solo ponen en riesgo la vida del paciente.
La presión hacia el paciente
No presiones al paciente, tiene un trastorno por lo que no ve las cosas como tú la ves. Presionar hará que su condición empeore. Por ejemplo, nunca digas a alguien con depresión:
«Levántate de la cama, hay personas que tienen situaciones fuertes en su vida y están felices, no tienes por qué estar triste».
Recuerda que la persona tiene una enfermedad, no es que ellos deseen estar o sentirse así. Es como que alguien te diga «No sientas dolor de cabeza, hay que vivir y disfrutar», tu le dirás: no es algo voluntario, el dolor está allí y debo tratarlo. Así sucede con la tristeza en la depresión, y otras condiciones como la fobia, ansiedad, etc.
Elige un buen psicólogo
Confía en un buen profesional con titulación y experiencia en tratar tu caso específico. Contar con un buen psicólogo es solucionar el problema en un 50 por ciento, el resto depende de la colaboración del paciente y familiares, amigos, etc.
Recuerda que Roma no se construyó en una hora y que el tratamiento psicológico de cualquier trastorno “no es cosa de un rato”, ten paciencia y pronto verás los primeros síntomas de avance.