Cuando hablamos de trastornos afectivos, hacemos referencia a lo que también se conoce como trastornos de ánimos, que se definen a su vez como son un conjunto de enfermedades mentales que suelen presentar alteraciones significativas y constantes en el estado emocional de una persona.
En palabras más simples y fácil de comprender, una persona con trastornos afectivos, puede pasar de un momento a otro de episodios de euforia extrema (manía), a un episodio lamentable de tristeza profunda (depresión). Incluso, hay casos donde presentar ambas situaciones al mismo tiempo, siendo confuso para el que lo rodea, y para él mismo.
Tipos de trastornos afectivos
Existen muchos tipos de trastornos con esta naturaleza, muchos profesionales lo clasifican de la siguiente manera, trastorno…
- Depresivo
- Bipolar
- De ansiedad
- De estrés
- Obsesivo Compulsivo (TOC)
Hablemos un poco de algunos de ellos:
Trastorno Bipolar
Comúnmente se dice que una persona bipolar pasa de estar feliz a estar triste en cuestión de segundos, es verdad. Pero en términos más formales se habla de una alternancia de episodios maníacos y depresivos.
Veamos algunas características de los episodios maníacos:
- Euforia.
- Mucha energía.
- La persona habla rápido.
- Tomar de decisiones impulsivas.
Por otro lado, los episodios depresivos experimentan síntomas como:
- Tristeza profunda.
- Falta de interés.
- Pérdida de energía.
- Pensamientos suicidas.
Resumamos el resto de trastornos afectivos
Veamos algunos tipos de trastornos afectivos, pero de forma resumida, así podremos avanzar mucho más rápido.
- Trastorno Depresivo: se presentan síntomas de tristeza profunda con o sin razón, y pueden llegar pensamientos suicidas.
- Ansiedad: provoca miedo e inquietud como episodios muy frecuentes e intensos en la vida del paciente.
- Estrés: es un trastorno que afecta todas las partes del cuerpo (mente, organismos físicos…) como consecuencia de un evento traumática.
- TOC: en pocas palabras son pensamientos obsesivos que nos llevan a tener comportamientos repetitivos.
¿Cuál es el origen o causa de los trastornos afectivos?
Dentro de las razones más comunes tenemos factores biológicos, psicológicos y sociales. Por ejemplo, existe la predisposición genética, si un familiar sufrió de algún padecimiento de este tipo es muy probable que tú también.
Las causas también se pueden relacionar a la bioquímica del cerebro, aquí tienen protagonismos términos como la serotonina y la dopamina.
De otra naturaleza, podemos mencionar causas como lo es el estrés, que no solo es por trabajo, sino por un evento traumático, como la pérdida de un ser querido, el divorcio o problemas financieros.
Dentro de las causas psicológicas destacamos los pensamientos negativos, que pueden aumentar la vulnerabilidad a los trastornos afectivos.
¿Cómo se puede tratar el trastorno afectivo?
Debes acudir a un experto en la materia, profesionales de salud mental. Ellos realizarán una evaluación profunda utilizando diferentes métodos:
- Entrevista clínica.
- Un examen físico (es muy importante).
- Pruebas psicológicas.
Harán lo posible por detectar el origen del trastorno, identificar el tipo, y así poder sugerir un tratamiento efectivo.
Dentro de los tratamientos más comunes y efectivos tenemos la psicoterapia y medicación, muchas veces combinadas.
No te automediques, no siempre se requiere medicina, todo debe ser indicado por un experto luego de hacer las evaluaciones correspondientes, sino tu estado puede empeorar.
Así trabajamos algunos profesionales
Crean programas terapéuticos, de carácter flexible con una duración que depende del mismo, aunque la base son 4 semanas.
Suelen tener objetivos muy claros, como es que el paciente tenga conciencia de su situación, lo que mucho llaman aceptación. Junto esto, es necesario que pueda comprometerse con el programa en busca de la superación.
Estos tratamientos procuran desarrollar el autocontrol de cada paciente, y que puedan estabilizarse emocionalmente. La clave del éxito es la constancia, y el seguimiento por parte de los profesionales.
Así que, es importante que selecciones correctamente a tus especialistas, ya que son importante para la recuperación ¡Tienen que ser un lugar donde te puedas sentir seguro! ¿Seguro de quién? De peligros reales y no tan reales, incluso de sí mismo.
Algunas señales de que existe un trastorno afectivo
La señal más segura la puede detectar un especialista. Pero las siguientes son señales probables de que debes buscar ayuda, porque estás enfrentando un problema emocional:
- Cambios bruscos de humor: en un momento estás feliz, luego triste, luego molesto, etc. Si es así, no dudes en buscar un experto, si no conoces ninguno ¡Contacta con nosotros!
- Pérdida de interés en actividades placenteras: en otras palabras, lo que antes te gustaba y disfrutabas, ahora no es motivo de alegría. Incluso, ya no lo haces.
- Dificultad para concentrarse: no puedes concentrarte en el trabajo, estudio, conversaciones y en ningún tipo de tarea. Esto va más allá de ser distraído, es que realmente no puedes mantenerte enfocado, aunque quieras, lo anhelas y deseas.
- Cambios en el apetito y el sueño: esto trae como consecuencia cansancio excesivo. Incluso, hay quienes pierden mucho peso, o comienzan a sufrir de sobrepeso.
- Sentimientos de inutilidad o culpa: sientes que tu vida pierde valor, y pro el contrario, te sientes responsable de todo lo malo que ocurre a tu alrededor, aunque no estés involucrado directamente.
- Pensamientos de muerte o suicidio: hay quienes lo sienten, otros que dicen escuchar voces, lo cierto es que todo apunta a que te quites la vida ¡Corre y busca ayuda! Tu vida tiene mucho valor, solo necesitas buscar a la persona ideal para que te haga compañía.
El apoyo emocional
Aunque un profesional es el ideal para ayudarte, el apoyo de amigos y familiares también es importante. Es por ello que te invitamos a no cerrarte, sino manifestar lo que sientes con todas esas personas que te aman.
Busca a alguien de confianza, dile como te sientes, y seguro que podrás contar con su apoyo. Si estás del otro lado, y tienes un ser querido que requiere ayuda, no dudes en hacerlo:
- No lo juzgues, y cuida mucho tus palabras.
- Menos lo señales.
- Tampoco ignores.
- Acompáñalo al especialista.
- Hazle seguimiento del tratamiento.
Una persona con este tipo de apoyo aumenta la probabilidad de éxito del tratamiento en números muy relevantes. Combatamos todos juntos los trastornos afectivos.