¿Hasta qué punto ser perfeccionista es malo?

“Soy perfeccionista ¿Es bueno o malo?” – es increíble como algo que trae perfección puede considerarse un atributo negativo, pero si somos sinceros no es del todo malo. El perfeccionismo es una buena característica siempre y cuando no produzca algún tipo de malestar.

Una persona perfeccionista:

Busca la excelencia como una necesidad, no es solo un gusto sino que está un deseo profundo que no le da paz hasta que lo haga.
Tiende a colocarse estándares muy altos, muchas veces casi imposibles de lograr.
Tiene grandes expectativas.
Es muy crítica consigo mismo, y con quienes están involucrados en su trabajo.
Es enemiga de los errores, y por ende de las personas que lo cometen. Cuando es ella misma siente un profundo pesar y casi imposible de superar.

Desde cierto punto de vista puede no verse como algo malo, sin embargo el perfeccionismo puede provocar en la persona un intenso terror al no cumplir tal cual lo que se ha proyectado, para ellos cometer un error es toda una pesadilla: pierden la tranquilidad, se llenan de ansiedad e incluso su autoestima puede verse afectada si fallan por muy mínimo que sea el error.

Perfeccionismos: Perfectos en todas las áreas

Cuando el deseo de hacer las cosas de forma perfecta no termina en una actividad en específica, y comienza aparecer en todas las áreas de tu vida ¡Debes tener cuidado! Todos en algún momento hemos querido hacer algo perfecto, pero cuando ya se vuelve un hábito donde no toleramos el error nuestra calidad de vida está en peligro.

Tarde o temprano esto será un problema, ya que somos humanos y es imposible que no cometamos errores en algún momento. Además la persona perfeccionista suele colocarse como meta el cumplimiento de objetivos irracionales, no siempre pero si en muchas ocasiones.

En otras palabras no consideran los recursos con los que cuentan, por lo que sus objetivos no son claros ni reales, lo que aumenta la exigencia de trabajo y por supuesto la frustración de no haber alcanzado lo propuesto.

No podemos confundir la excelencia con el perfeccionismo, debemos perseguir la excelencia, pero el principio para alcanzarla es establecer objetivos razonables.

¿Eres perfeccionista? La necesidad de sentirse respetado

Todos queremos sentirnos respetados, pero cuando hablamos de necesidad es porque las personas perfeccionistas tienen un deseo que no pueden controlar. Sentir que se ha equivocado pasa de ser un problema personal a “¿Qué dirán las personas de mí?”.

Lamentablemente las altas expectativas de una persona con este problema generan mucho miedo, siendo un arma en su propia contra porque lo lleva actuar con inseguridad y no alcanzar la excelencia que anhela.

Si eres una persona perfeccionista y no eres tratado por un profesional en psicología, corres el riesgo de ser paralizado, ya que llegará el momento donde es tanto el miedo a equivocarte que pensarás que es mejor no intentarlo.

El factor tiempo y el perfeccionismo

Son muchas las personas que no se animan a emprender porque creen que no es el momento ideal. A simple vista no es un problema, e incluso es una idea razonable. Sin embargo cuando han pasado muchos años y a la vista de los demás parece no haber nada que impida comenzar ¡Puede que el emprendedor sea un perfeccionista! Ya que no cree que sean las condiciones perfectas, y probablemente nunca lo serán.

Esto aplica en aquellos no han emprendido un negocio, que no se han animado a formar una familia, entre otros casos muy particulares donde el tiempo avanza y se pierden las oportunidades de ser feliz y experimentar.

Otro punto importante con relación al tiempo, es que el perfeccionista puede abandonar muchas tareas importante solo para concentrarse en una que desea culminar con perfección. No importa la hora, los días que han transcurrido, no importa si se han dejado de hacer algunas actividades importantes, pero él o ella no dejarán de retocar el cuadro que está pintando hasta que esté perfecto.

Consecuencias de ser una persona perfeccionista

Además de no estar satisfecho con su propia vida, constantemente estará experimentando fracasos, tanto reales por la inseguridad como fracasos percibidos: aunque para todos esté bien su trabajo, él o ella lo considera un fracaso porque no es perfecto.

Ansiedad, preocupación, estrés, depresión… son algunas de las consecuencias que puede vivir una persona perfeccionista. Además pude que comience a comportarse como un adicto al trabajo en el afán de que todo esté en orden y el tiempo no le alcance.

Los perfeccionista suelen causar malestar en las personas que le rodean, más aún si es el líder de ellos, ya que le trasmite el estrés, preocupación y las criticas llegan a ser tan duras que muchos abandonan el equipo de trabajo.

¿Cómo tratar el perfeccionismo?

Debemos comprender que el perfeccionismo es un problema que debe ser tratado por un médico especialista, por lo que el juicio y señalamiento no es una opción viable para con ellos. Lo mejor que puedes hacer es motivarlo a acudir al experto y tomar en cuenta sus consejos.

Si eres perfeccionista, procura analizar tu humanidad y la de las personas que te rodean: son humanos, por más que traten no son perfectos, incluso los errores son la mejor escuela que podemos tener para aprender.

Ser tolerante y menos crítico con las personas que te rodean te ayudará a ser más flexible contigo mismo. Entiende que esa actitud crítica y exagerada solo te llevará al bando contrario de lo que quieres alcanzar, y se llama fracaso.

Conclusiones: ¿Hasta qué punto ser perfeccionista es malo?

Con relación a la pregunta del principio la respuesta es simple y clara: hasta que comienza a sentir malestar. Cuando comienzas a ver más problemas que aspectos positivos debido a este comportamiento ya no puede ser considerado una virtud.

¿Se puede superar este comportamiento? Claro que si, solo debes acudir a un profesional y someterte a sus consejos, la experiencia nos dice que cuando un paciente acepta que necesidad ayuda, busca de ella y es disciplinado en el tratamiento ¡La probabilidad de superación es muy alta!